Tengo la ilusión que existe un lugar,
en el alma, en el corazón,
donde la música es suave
y no lastima los oídos,
donde el espíritu se alegra al convivir.
Será tal vez donde la voz callada vive en paz,
sin penas ni dolor.
En ese lugar, en un capullo suave
tu mirada envuelve el mundo
resplandeciente iluminando
con alegría a tu alrededor.
Es la oportunidad que encontró Dios,
de brindarnos muestras de su amor.
Tu presencia en nuestras vidas
es la prueba mejor,
que Él está presente en nuestro caminar.
Nilda Beatriz Sena
Hermoso, yo también lo creo