
Fuente: https://www.healthychildren.org/
Diferencias sociales de los niños con autismo:
No mantiene contacto visual o establece muy poco contacto visual.
No responde a la sonrisa ni a otras expresiones faciales de los padres.
No mira los objetos ni los eventos que están mirando o señalando los padres.
No señala objetos ni eventos para lograr que los padres los miren.
No lleva objetos de interés personal para mostrárselos a los padres.
No suele tener expresiones faciales adecuadas.
Es incapaz de percibir lo que otros podrían estar pensando o sintiendo al observar sus expresiones faciales.
No demuestra preocupación (empatía) por los demás.
Es incapaz de hacer amigos o no le interesa hacerlo.
Diferencias de comunicación en los niños con autismo:
No señala cosas para indicar sus necesidades ni comparte cosas con los demás.
No dice palabras sueltas a los 16 meses.
Repite exactamente lo que otros dicen sin comprender el significado (generalmente llamado repetición mecánica o ecolalia).
No responde cuando lo llaman por su nombre pero sí responde a otros sonidos (como la bocina de un automóvil o el maullido de un gato).
Se refiere a sí mismo como «tú» y a otros como «yo», y puede mezclar los pronombres.
Con frecuencia no parece querer comunicarse.
No comienza ni puede continuar una conversación.
No usa juguetes ni otros objetos para representar a la gente o la vida real en los juegos simulados.
Puede tener buena memoria, especialmente para los números, las letras, las canciones, las canciones publicitarias de la televisión o un tema específico.
Puede perder el lenguaje u otros logros sociales, generalmente entre los 15 y 24 meses (que con frecuencia se denomina regresión).
Diferencias de comportamiento (conductas repetitivas y obsesivas) en un niño con autismo:
Se mece, da vueltas, se balancea, se tuerce los dedos, camina en la punta de los dedos de los pies durante largo tiempo, aletea las manos (comportamiento llamado «estereotípico»)
Prefiere las rutinas, el orden y los ritos; tiene dificultadas con los cambios o la transición de una actividad a otra.
Se obsesiona con algunas actividades inusuales, que hace de forma repetitiva durante el día.
Juega con partes de los juguetes en lugar del juguete entero (por ejemplo, le da vuelta a las llantas de un camión de juguete).
Parece no sentir dolor.
Puede ser muy sensible o no tener sensibilidad alguna a los olores, sonidos (ruidos), luces, texturas y al tacto (contacto).
Mira o contempla de forma inusual, mira a los objetos desde ángulos poco comunes.